Loco, re contra loco. El dueño de la psicodelia, de la búsqueda por otros caminos de aquello que, sin búsqueda se encuentra, quizás, fácilmente, pero también es quizás de eso que nunca se vea por estar tan cerca. Sólo por no buscar por otros caminos. Sólo por no probar eso que es la palabra que debería ser escrita con mayúsculas, pero al escribirla con mayúsculas perdería su carácter de potencia, sí, claro, la experiencia. Esa palabra que nunca será igual a su significado (como casi ninguna palabra -¿no?- pero ésta mucho menos).
Loco, re contra loco. Psicodelia, LSD, destrucción de todos los parámetros. Como dijo alguien alguna vez, una pepa con patas.
Syd Barrett se fue definitivamente el 7 de julio de 2006. Antes se había ido de Pink Floyd, se había ido de la vida en sociedad, se había ido del mundo de la realidad, se había ido. Siempre yéndose. Y dejando atrás, para los que se quedan, para los que no se mueven, para los humanos, una catarata de ideas musicales, canciones, sonidos, presencias, imágenes, olores y colores de eso que te deja Syd Barrett o no te deja nadie.
Siempre un paso adelante del resto. E ido. Y cuando el resto quiere salir a buscarlo, él está de vuelta pero es otro. Está una vuelta al cosmos más adelante. Siempre. Hace 5 años que ya no está. Pero aún hoy está una vuelta más adelante que el resto.
Su primer disco solista -después de aquellos loquísimos primeros dos discos y singles varios de Pink Floyd- es The madcap laughs. Porque el loco siempre se rió de todos. De estar una vuelta más adelante. Y de la experiencia.
Allá se va el loco. Riendo. Siempre adelante.
Maridajes
Cuándo: en la era de cartón
Dónde: allá, una vuelta adelante
Cómo: yéndonos
Syd Barrett -
juro que lo amo
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