Divididos dibujó el 2000 con un Narigón del siglo que marcó un quiebre fundamental en la personalidad de la banda y en la personalidad de sus dos eternos integrantes.
Para la banda fue la resurrección de la caída que habían sufrido desde el genial tándem Acariciando lo áspero + La era de la boludez. Los dos discos siguientes a éstos se hamacaron entre intentos desproporcionados y algunos pocos tiros en el blanco. La ida de Gil Solá y la llegada de Araujo no terminaban nunca de cerrar la herida. Recién en este Narigón del siglo, el nuevo -ya viejo- baterista se ajusta al resto dual de la banda y viceversa.
Por otro lado, los cambios de sus integrantes se ven reflejados de manera trasparente en este disco, lo que no se distingue es si es la salida irredenta de los excesos o la apertura sin tapujos al agua mineral. El disco circula en ese límite. Y eso lo hace distinto y bello. Sorprenden algunas canciones si se analiza el pasado de la banda, pero no sorprenden cuando las ubicamos en este contexto.
Luego de este pico de belleza musical Divididos pasó nuevamente a pasearse en la hamaca. Pero, entendamos, es muy difícil mantenerse después de semejante producción.
(Volviendo un poco a los Carnavales que terminaron el martes y que volvieron a festejarse oficialmente después de 3 décadas y media, es muy lindo poder compartir y admirar el sudor, la felicidad y los brillos de las sonrisas cuando la gente se divierte. ¿No creen?)
Maridajes
Cuándo: en carnaval
Dónde: entre el sudor popular y las sonrisas de felicidad de la masa
Cómo: con alegría
Divididos -
buen disco, recuerdo la presentacion en el luna, con barilytes verdes bombardeandome las retinas.
ResponderEliminartodos temas muy variados,hasta suaves digamos,pero me quedo con "la ñapi de mama".