Este post no tiene más que hacer que rendir un homenaje al mayor compositor argentino de todas las épocas, haciendo el esfuerzo para no juzgar su ideología, porque somos amplios y podemos disfrutar de sus creaciones separando la paja del trigo. De la misma manera que hacemos con, por ejemplo, Borges.
De Piazzolla nomás decir que creemos que logró con el tango lo mismo que Jobim con el samba y más o menos lo mismo que hizo Gershwin con el jazz. Eso de pasear rampante entre la delgada línea que separa a esas populares músicas de la música clásica, y poder lograr una conjunción y una empatía en la que parecen confundirse una con la otra (y eso, señores, también es ideología, y ahí sí la compartimos).
La Suite Troileana es - además de un homenaje a la reciente muerte de su maestro como su nombre lo advierte- una maravilla de la expresión de los sentimientos a través del lenguaje musical. La obra se compone de 4 movimientos dedicados a Troilo que los graba con la formación electrónica de su orquesta que por aquellos tiempos llevaba adelante enfrentando todas las críticas del mundo tanguero. Esos movimientos son Bandoneón, Zita, Whisky y Escolaso. Nada más troileano, ningún mejor homenaje.
La edición que alguna vez escuchamos anonadados por su belleza, se completa con otra suite: Lumière. Como negar que los otros 4 movimientos que forman esta obra son el sentimiento expresado en formato musical. No existe forma mejor de hablar de Soledad, Muerte, El amor y La evasión que como lo hace Piazzolla aquí.
Piazzolla con esta suma de suites realiza mejor que nadie nunca jamás eso de hablar de pasiones tan íntimas y tan sentidas como las que aborda en 8 movimientos.
Maridajes
Cuando: cuando estés mal, cuando estés sólo. O cuando estés bien y acompañado. Vos elegís.
Dónde: en la piel
Cómo: sintiendo las pasiones y las emociones más humanamente posibles
Astor Piazzolla -
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