Advertencia 1

Internet Explorer, por cosa e' mandinga, no permite ver el blog en su completitud.
Desde Google Chrome o Mozilla Firefox sí podrán escuchar las músicas, ver imágenes y leer los textos completos.
Recomendamos Firefox porque nos gusta el software libre

martes, 13 de diciembre de 2011

ABC

Una nueva sección: Homonimias.

Una sección debe arrancar siempre por el comienzo. Y en el comienzo fue el verbo. Pero el verbo estaba basado en alguna estructura, si no no habría verbo. Y esa estructura era algún tipo de alfabeto. Y ese alfabeto empezaría -arbitrariamente- con ABC (quizás, tal vez, ¿quién sabe?).



Los 5 hermanitos Jackson que allá por 1970 editaban un disco (su segundo disco) que se llamaba ABC, igual que la canción que nos convoca.





Lisandro Aristimuño y el comienzo de su cuarto disco, hermoso cuarto disco, del año 2009, que comentaremos en algún momento. ABC abre Las Crónicas del Viento.





Finalmente, Edu Pitufo Lombardo y una bellísima canción amilongada de su disco Rocanrol que, adivinen cómo se llama...





ABC, porque todo alguna vez tiene un comienzo.

Disfruten el debut de esta nueva sección, bell@s lector@s-escuchador@s.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Coming Up


El contexto parecía una novela de John Berger.




- Hace unos días escuchaba Suede y pensaba en vos -dijo ella-. No sé por qué, pero en mis oídos estaba el recuerdo.
- A mí me pasa con una canc…
- Lazy -apuró ella, tomando nuevamente la iniciativa-.
- Sí, esa! -dije exagerando mi asombro-. Lazy, claro.
- Así somos cuando estamos juntos -concluyó-.

Hacía como diez años que no la veía.

- Siete, siete -confirmó ella-.
- Bueno, siete.


Yo siempre tuve una mirada muy general.
Ella veía las particularidades.

A ambos nos gustaba Suede.

Maridajes

Cuándo: siete años después

Dónde: en una novela, casi de Berger

Cómo: algo cambiados


Suede - Lazy

lunes, 5 de diciembre de 2011

Ringo


Mi amigo Daniel dijo hace unos meses que Ringo era el mejor disco del año. Le respondí “Epa!”. Ayer nuevamente Daniel volvió a decir que Ringo es el mejor disco del año. Y esta vez  no le respondí.



Sin embargo, creo que, sin estar muy seguro que Ringo sea el mejor disco del año -generalmente me resultan difíciles esas aseveraciones-, creo que Ringo tiene una de las mejores canciones que escuché en los últimos tiempos: esa que dice Ningún invierno empieza si mantenemos vivo el deseo.

La misma que dice que a esta edad empiezan a incomodarnos las horas. La que jura no tripular más naves incendiadas. La que asegura que ya empezaron a seducirnos las sombras. La que admite que ya están vencidas las drogas.
La que estribilla que ningún invierno empieza hasta que no seas vos quien dé por apagado el sol.

[También Ringo, ese disco que mi amigo Daniel repite que es el mejor del año, tiene unas melodías salvajemente inapropiadas para oídos encarcelados, construye paredes de guitarras filosas que sobrevuelan las canciones, inquieta desde el non-sense que desarrolla ese anti rockstar maduro en años de calzas atigradas o densamente coloridas, tiene la mejor producción de la discografía de Massacre, articula metáforas caramelizadas (se reían de fruta pero eran de mentol), metáforas tecnológicas (obedeciendo al ordenador, qué sumiso sos mi amor), metáforas descuidadas que citan a la nueva generación rocker (no era nuestra intención matar a un policía motorizado, no era nuestra intención ser de mármol y parecer hipnotizados), todo eso con metáforas filosóficas de la experiencia propias de un Hume alquimista y algo descreído (no pruebo nada sin probarlo, científico a medias, místico a la mitad).]


Ringo, un sutil cross al estómago del, a veces, bastante seguido, probablemente, alicaído rock argentino.




Maridajes
Cuándo: cuando dudemos de los inviernos
Dónde: en el centro del deseo
Cómo: en el ring side

viernes, 11 de noviembre de 2011

Amor amarillo


Ayer por la tarde cargué este disco en el reproductor de mp3 y salí a la calle.






Desde que Gustavo Cerati quedó internado en coma no había escuchado su voz. Es decir, no había escuchado su voz poniendo la atención en escuchar su voz. Hace bastante más de un año ya. Quizás había escuchado a Soda Stereo o sus canciones como solista en alguna radio, en alguna reunión, en algún momento, en algún lugar. Pero como música de fondo. Nunca como ayer, nunca detenidamente, nunca adrede.

Ayer por la tarde cargué Amor Amarrillo en el mp3 y salí a la calle. Escuché la primera canción del disco, la que le da nombre. Escuché la voz de Gustavo Cerati cantando “un detalle infinito quiero que dure para siempre”.

Y me puse a llorar.


Maridajes
Cuándo: para siempre
Dónde: en cualquier momento, en cualquier lugar
Cómo: abandonado y renaciendo

Gustavo Cerati - Amor amarillo

sábado, 22 de octubre de 2011

Ámbitos

En 1990 recién habían volteado el Muro de Berlín, la guerra del golfo estallaba por la TV y un japonés asumía en Perú una de las presidencias más humillantes de la historia latinoamericana. La Europa oriental se reordenaba (o se despedazaba). Mubarak y Gadafi (Kadafi por esos días) controlaban de forma muy particular buena parte del norte africano. Argentina tenía muy presente la hiperinflación y había votado a Menem que inauguraba corte de patillas para "no defraudar". En Uruguay, Sanguinetti le daba el bastón de mando a Lacalle. La TV se veía en unos colores estridentes y poco definidos, los medios además de no tener la calidad de imagen actual tampoco tenían el poder económico que estaban recién fabricando.

El 12 de septiembre de ese año, junto a Eduardo Darnauchans se presentaban en el montevideano Teatro Solís con un espectáculo que, dicen, fue espectacular.



En 2008 se editó disco de ese show brindado en 1990, y hace unas semanas lo conseguí en una disquería de la Avenida 18 de Julio.

Hoy, 21 años después de aquel espectáculo y con algunos cambios sociales y geopolíticos sobre las espaldas de los actuales 7000 millones de humanos, Fernando Cabrera toca en Buenos Aires.

¿Qué mejor programa que ahora recordar ese disco grabado en 1990 y editado casi 2 décadas después, y dentro de algunas horas ir a escucharlo en vivo?


Maridajes

Cuándo: hoy

Dónde: en la Casa del Bicentenario 

Cómo: como sólo se lo disfruta a Fernando Cabrera

 


Darnauchans & Cabrera - La casa

lunes, 17 de octubre de 2011

La Favorita


Otro post para este Día de la Lealtad.

La Favorita es una gran banda de rock gran, que en los ’90 animó muchas de mis noches en bares de esta bendita ciudad  -especialmente, claro, algunos de los que lean esto también lo recordarán, en el palermitano sótano del Catulo Castillo-. Banda que no superaba la convocatoria de unas aproximadas 200 personas, que tuvo su gran noche en una Trastienda llena -gratis- presentando su segundo disco y que aún hoy siguen -esporádicamente y con cambios de formaciones constantes- tocando.

Pero este es el primer disco. Se llamó homónimamente La Favorita y tenía en su sexto track esta belleza poética y de guitarras crudas, que debería ser parte de la discoteca del Museo Peronista.

El estimadísimo crooner, poeta, chicato y peronista José Luis Castro cantando Las patas en la fuente, les juro, me lleva a momentos de emoción impensada.

Escuchémoslo acá abajito mientras, con los dedos en V, brindamos por la lealtad.


Maridajes
Cuándo: también en los 17 de octubre
Dónde: en la fuente
Cómo: con los pantalones subidos y el agua refrescando las patas tras la caminata más leal de la historia de este país


La Favorita - Las patas en la fuente



Pidamos Peras a Mandioca

Tengo la sensación que esta historia ya la conté en algún otro lado. Pero el 17 de octubre se merece una repetición.

La cosa es así, Jorge Álvarez es uno de los artífices de la prehistoria del rock local y Mandioca, su sello discográfico, una de las bases sobre las que se escribió la historia. 




















La historia dice que era 1970 y en Argentina pasaban cosas varias. Una de aquellas cosas era que el principal referente político de la historia argentina estaba exiliado y su partido proscripto. Casualmente, ese era el partido más popular del país, pero el Estado por esos tiempos estaba en manos de una dictadura que de popular tenía muy poco.

El compilado que edita el sello de Álvarez -un buen peronista- se llamó
Pidamos peras a Mandioca. El pedido que nombraba al disco no era exactamente a Mandioca. Y la sustancia del pedido no eran exactamente peras. Era un pedido mucho más grande, acorde a la época. Lo que se pedía era una enorme pera: un perón. Mandioca pedía por la vuelta del General Perón subliminalmente desde su tapa.

El ideólogo de la tapa fue otro prócer de la prehistoria: Billy Bond. Éste dijo alguna vez "
Éramos todos peronistas y Jorge Álvarez especialmente. Por eso la tapa de Pidamos peras a Mandioca es una gran pera… es un Perón. La pera era Perón y nadie lo entendió. El gran Perón. Nosotros teníamos una forma de contestar a la represión diferente a la de otros músicos de rock nacional. De alguna manera, en 1970, Perón era lo contrario a lo que había y, en ese momento, te identificabas ideológicamente. Era una toma de posición, para saber de qué lado estabas: del lado de la represión o del otro. Todos nosotros, consciente o inconscientemente, estábamos del otro lado".
El disco compilaba las primeras canciones de Moris, Manal, Pappo, La Cofradía de la Flor Solar y Vox Dei entre otros. También esta oda al hippismo que Tanguito llamó Natural.



Compañeros, lectores, amigos: tengan un muy feliz día de la lealtad.




Maridajes
Cuándo: cada 17 de octubre
Dónde: en este país bien peronista
Cómo: con los dedos en V

Tanguito - Natural