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domingo, 10 de julio de 2011

The madcap laughs

Hace 3 días se cumplieron 5 años de la muerte del loco más loco de todos los locos de la historia universal de la música popular.

Loco, re contra loco. El dueño de la psicodelia, de la búsqueda por otros caminos de aquello que, sin búsqueda se encuentra, quizás, fácilmente, pero también es quizás de eso que nunca se vea por estar tan cerca. Sólo por no buscar por otros caminos. Sólo por no probar eso que es la palabra que debería ser escrita con mayúsculas, pero al escribirla con mayúsculas perdería su carácter de potencia, sí, claro, la experiencia. Esa palabra que nunca será igual a su significado (como casi ninguna palabra -¿no?- pero ésta mucho menos).

Loco, re contra loco. Psicodelia, LSD, destrucción de todos los parámetros. Como dijo alguien alguna vez, una pepa con patas.

Syd Barrett se fue definitivamente el 7 de julio de 2006. Antes se había ido de Pink Floyd, se había ido de la vida en sociedad, se había ido del mundo de la realidad, se había ido. Siempre yéndose. Y dejando atrás, para los que se quedan, para los que no se mueven, para los humanos, una catarata de ideas musicales, canciones, sonidos, presencias, imágenes, olores y colores de eso que te deja Syd Barrett o no te deja nadie.

Siempre un paso adelante del resto. E ido. Y cuando el resto quiere salir a buscarlo, él está de vuelta pero es otro. Está una vuelta al cosmos más adelante. Siempre. Hace 5 años que ya no está. Pero aún hoy está una vuelta más adelante que el resto.
















Su primer disco solista -después de aquellos loquísimos primeros dos discos y singles varios de Pink Floyd- es The madcap laughs. Porque el loco siempre se rió de todos. De estar una vuelta más adelante. Y de la experiencia.

Allá se va el loco. Riendo. Siempre adelante.


Maridajes

Cuándo: en la era de cartón

Dónde: allá, una vuelta adelante

Cómo: yéndonos



Syd Barrett - Here I go







miércoles, 6 de julio de 2011

Revolver

Ah! Look at all the lonely people. Where do they all come from? Where do they all belong?

¿Qué decir del mejor disco de la mejor banda de la historia de la música moderna? ¿Para qué hablar? ¿Para qué perder el tiempo con estas líneas? Uds. no sé, yo para escuchar una vez más y una vez más y una vez más este disco inextinguible.

Ayer, Fresán -un bastante buen escritor que generalmente detestamos por cómo y qué escribe- habló en una nota de Página 12 sobre algo relacionado a Revolver: la gente solitaria y los Eleanor Rigby 2.0.

















¿Qué puede ser mejor que este disco para un/a Eleanor Rigby 2.0? ¿Dónde ir a buscar la belleza, la felicidad, la armonía, la locura, si no es en Revolver? ¿Para qué agregar más preguntas, para qué agregar más palabras?


Como dice el escritor: “Música pop girando alrededor de la soledad y de la muerte en un álbum que –pensar en I’m Only Sleeping, She Said She Said, For No One, Tomorrow Never Knows– parecía disfrutar cantando a adioses, a finales, y al Más Allá desde el aquí mismo”.

Se estira Fresán en su comentario 2.0: "Mientras tanto y hasta entonces, a Eleanor Rigby la borraron de Facebook, la echaron de Twitter, la enterraron junto a su nombre. Padre McKenzie se lavó las manos, pero no se puede quitar esa mugre que sólo él ve en las puntas de sus dedos, en las teclas de su Mac sexual. Toda la gente solitaria. Cada vez más. Y la cuestión ya no es de dónde vienen sino hacia dónde van, sin moverse de sus escritorios."


Revolver: un disco fantástico. Eleanor Rigby: la canción que me enmudeció y me hizo llorar hace quién sabe cuántas décadas cuando la escuché por primera vez.

Nada más que esto para un miércoles a las 9 AM, es enorme. Silencio, disfrutemos Eleanor Rigby, y si querés llorar, llorá.

Que tengan un excelente día.


Maridajes

Cuándo: siempre

Dónde: en todas partes

Cómo: en silencio y en soledad (¿2.0?)



The Beatles - Eleanor Rigby







jueves, 30 de junio de 2011

Bardo

Bardo. Un cantor urbano que le habla al mundo desde la ilusión de una suerte de poesía aguda y cínica. Milonga pura en los cromosomas y el Río de la Plata en armonías extrañas y rebuscadas de lo más natural y popular de la música latinoamericana. Noche. Ciudad. Intensión y extensión del Uruguay. Amplitud y actitud. Bardo.





















Otro 2 de enero, pero de algún año más lejano que el del post anterior, me llegó un regalo, esta vez de manos de Marcos: ese regalo era Bardo. Uno de los mejores regalos que me hicieron -relacionados con la música- en los últimos años, y quizás también en muchos más. Un disco increíble. Un músico increíble: Fernando Cabrera.

Cabrera tiene una historia larga y es extraño ubicarlo a él dentro de la nueva canción uruguaya, porque ya es de la vieja -o, al menos, de la mediana- canción. Pero Bardo, probablemente su disco más perfecto, más redondo, más acabado, es toda la canción uruguaya que este nuevo milenio nos pueda obsequiar.

Las canciones son tan cortas que vamos a escuchar 2. Por eso y porque no tengo ganas de elegir entre ellas.

Bardo. Te deja la sensación de una canción que nunca jamás se olvida.

Ay, con Cabrera, viva el Uruguay. Despacio por Las Piedras, despacio por La Paz.


Maridajes

Cuándo: en esta generación

Dónde: en algún hotel de todas las ciudades del interior

Cómo: disolventes




Fernando Cabrera - Diseño de interiores









Fernando Cabrera - Te miré hacer







martes, 28 de junio de 2011

Ventilar

Les había prometido que en cualquier momento volveríamos con un panorama de la nueva canción uruguaya en un post regalón y que junto con este otro habían anticipado, casi sin palabras, algo de dicha nueva canción uruguaya.
















Un 2 de enero de hace algunos años me encontró en Montevideo. El azar me hizo cruzar con la banda Cursi. Los busqué por la 18 de julio y encontré el disco Ventilar que andaban presentando por esos días. (Un tiempo después lo editaron en Argentina.)

No nos gustan las clasificaciones, pero si no clasificamos un poco, no hablemos. Hablar implica clasificar. Hay que tener cuidado con ello, y quizás tratar de utilizar este recurso lo menos posible, porque ante todo nos gusta la diversidad, claro, pero el lenguaje es ante todo clasificación, y si quieren venir a golpearme por ortodoxo, voy a pararme de manos acá con esta hipótesis clasificatoria y tengo a Foucault en guardia para defenderme. Somos dos amantes de la diversidad defendiendo la hipótesis, ojo, que además es en favor de la diversidad que lo hacemos, no seamos giles, no le hagamos el juego a la derecha por progres.

Haciendo esta aclaración, pienso que la nueva canción uruguaya se podría subdividir entre quienes hacen música moderna y quienes hacen música tradicional. Sí, así de clasificatorio y absurdo y simplón. La simpleza de algunas teorías nos permite complejizar por otras partes, ustedes lo saben muy bien.

Les decía que somos humanos y entonces subdividimos. Entre la nueva canción uruguaya moderna se encuentra Cursi. Un poco de rock, un poco de electrónica subyacente, un poco de funk y otro poco de canciones desnudas y bellas. Casi nada de milonga, casi nada de folk, casi nada de murga ni candombe. Más guitarras eléctricas que cuatros, más baterías que udus y más sintetizadores que acordeones. Pero con toda la uruguayidad en sus voces, en sus palabras y en sus ritmos (modernos, eh).

Escuchen y salgan a verlos. Alerta. Cursi. Un regalo que me hice alguna vez. Un poco de nueva canción uruguaya.

Maridajes

Cuándo: cuando sea necesario salir a ventilar

Dónde: en la 18 de julio o en el obelisco

Cómo: tranquilos, con el ritmo de esa gran ciudad con olores de pueblo



Cursi - Alerta