Este disco es el primero que elegimos para inaugurar este blog porque a él debemos su nombre.
Era 1977 cuando Spinetta edita este disco -el primero luego de la disolución de esos dos amontonaminetos de nervios, eléctricas humanidades y destellos poéticos, llamados Pescado Rabioso e Invisible-. El disco tiene mucho de las bandas recién disueltas, y fundamentalmente la esencia jazz-rock y potente de Invisible. Presentado formalmente como Spinetta pero como comandante de la denominada Banda Spinetta.
Exactamente posicionado en una época de mucho -demasiado, quizás- rock sinfónico y con fusiones de varios otros estilos, es un disco que pinta la década del ’70 del rock argentino como pocos otros. Y es además un disco que, a pesar de ello, no pierde su presencia en el tiempo.
El sol, inmanente en todos los ámbitos musicales y poéticos de la empresa del músico, obtiene una oda que rebalsa de vitalismo. Nada despreciable en un contexto donde la muerte organizada desde los centros de poder y la noche más cerrada asediaban al pueblo argentino. Es la naturaleza. Es la naturaleza animal y lo más natural de la humanidad. El sol como fuente de vida. Y a sólo 18 minutos.
Es un disco para escuchar más de una vez. Muchas más. Sirve para ser escuchado -tal vez debido a sus instrumentalidades jazzísticas y de las otras, a sus colores, a los ritmos variantes y por momentos adormilados- de música de fondo y se banca -por supuesto- también para ser el centro de mesa de una velada.
Maridajes
Cuándo: un viernes por la noche
Dónde: en tu casa o en la casa de algún cercano (que no viva a más de 18 minutos)
Cómo: con al menos un amigo o amiga, cocinando alguna carne blanca con salsa de curry y tomando un sabroso vino tinto
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