Es -al modesto entender de este blog- una de las bandas indies más interesantes de la actualidad, de lo que llega a esta parte del mundo (aclaración sin fundamentos: en el mundo globalizado e internético, decir “de lo que llega” es un poco bobo, ya que todo está a la mano en la democratizada red, sin embargo, aún dependemos de la llegada de información para poder enterarnos de tantas otras cosas que “no llegan”; para acceder a novedades primero hay que saber sufrir, después buscar, después descargar, y al fin andar escuchando música indie nueva; o, claro, visitar más seguido blogs como Cada tonta cosa).
El segundo disco de Caléxico es el que nos convoca: The black light. El disco más desértico de la banda, el disco más Arizona y más Sonora.
Escuchar a Caléxico trae las áridas imágenes del desierto, de la difícil línea que divide a la potencia imperial y al desahuciado vecino latino, del western, de las olas del pacífico. Nos recuerda la cercanía entre los corridos mexicanos y el folk estadounidense. Olvida toda frontera, derriba todo muro, desdibuja toda diferencia cultural.
Y no podíamos elegir otra canción para escuchar que la última del disco que se llama -obvio- Frontera.
Maridajes
Cuándo: Al mediodía
Dónde: al sol, en el desierto más cercano que tengas
Cómo: con una cantimplora siempre llena en la mano
Calexico -
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