(Ante scriptum: el cristianismo durante todos sus siglos de vida creó diferentes y contradictorias instituciones monstruosas. La familia, la culpa y la confesión son algunos ejemplos que pesan como una mochila de plomo sobre los seres humanos. Tiene poco o nada que ver con lo que viene, pero necesitaba -hoy y en este post- empezar así.)
Hace algunos años vi una película que me dejó pensando un rato largo por muchas cosas. No importa mucho cuáles fueron esas cosas, lo que importa realmente es la idea principal y, junto a ella, la musicalización de esa película. El film se llama El sacrificio (Offret originalmente) y es del ruso Alexander Tarcovski.
Dos escenas y una de ellas asociada a un mito pueden dar un mínimo panorama de la película.
Como dice su nombre, en la escena inicial del film un señor de avanzada edad planta y riega incansablemente cada mañana durante años un árbol. La particularidad del caso es que el árbol desde que fue plantado está seco. Absolutamente seco y muerto. Ese es el sacrificio del personaje.
La última escena del film: una mansión -y todos sus preciados objetos interiores-, emplazada en medio de una desierta meseta que da a un inmenso mar y que fue construida por la producción especialmente para la película, se incendia entre corridas, llantos, gritos y miradas absortas de los personajes que habitaban esa mansión. El mito que cuentan los historiadores del cine es que en el momento de filmar esa escena que era la más onerosa y la última con la cual concluía el rodaje, el camarógrafo erró la forma de cargar la película en la cámara, y el incendio no quedó grabado. La imposibilidad lógica de una segunda toma, retrasó la finalización del film, ya que debieron construir nuevamente toda la inmensa casa para poder, recién allí, filmar esta última escena y concluir el rodaje. Ese es el sacrificio del director.
Pero todo esto va a que la musicalización de todos los símbolos -y metáforas directas e indirectas- del film es a partir de la tremenda obra de Johann Sebastian Bach, Matthäus-Passion, La pasión según San Mateo. Simplemente decir que la elegimos para este blog debido a la belleza de la obra pero también a que entendemos que existen pocas cosas más populares que la pasión y la fe. (Aislándolas del cristianismo y sus monstruosas instituciones, Uds., estimados, sabrán entender y disfrutar.)
Podemos agregar también que entendemos que, a pesar del encargo y el mecenazgo de la iglesia y la burguesía de la época, la música es tan libre y tan otra cosa del texto y del dogma, que aunque algunos capítulos completos del evangelio sean cantados literalmente, estamos en presencia de una obra pagana. Y si quieren popular, más aún después de ver El Sacrificio.
Los que saben de esto dicen que esta obra es de lo más grandioso de todos los tiempos, los que solamente disfrutamos de la música, podemos agregar que además de toda esa parafernalia es una obra hermosa. Con eso alcanza, no? También los que saben dicen que la interpretación a cargo de Philippe Herreweghe, director flamenco, de 1998 es de lo mejor.
Maridajes
Cuando: en una misa musical de escucha religiosa
Dónde: en el templo de tu pasión
Cómo: de manera radicalmente liberado de los sacramentos y las instituciones
Philippe Herreweghe - Bach: Mathäus-Passion -
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