Grace

Luis el negro Díaz es uno de los tipos con los que más he disfrutado musicalmente en mi vida. Se radicó en Amsterdam hace unos 8 ó 9 años.

En las últimas semanas que vivió en Argentina, mientras iba y venía con su mochila/caracol, me dijo en el patio de la casa en la que yo vivía -y él dormía más o menos a menudo por esos días- “tomá, escuchá esto”. Y me dejó un CD grabado con la tapa fotocopiada en la que se veía la cara de un rubiecito al que yo no conocía ni había escuchado jamás su nombre. El de la tapa parecía más un fan de Alejandro Sanz que el tremendo animal que resultó ser. Guitarrista y cantante, una voz increíble, rockero hasta los caracúes, con aires tan Seattle como Mississippi.

Jeff Buckley dejó para la posteridad este disco y no mucho más. El suicidio lo encontró muy temprano. Se internó al río Mississippi, en llamas, en Memphis –Tennessee- una noche y no salió nunca más. Quizás la elección del lugar de su muerte sea otra de sus diabluras bluseras.

Quedaron estas 10 canciones como aullidos que salen del río recordando que su voz está muy viva. Grace es un disco demasiado áspero y muy sentido. Esa es su textura.

Maridajes

Cuando: por la noche

Dónde: en el patio de la casa de Paternal, donde Luis me regaló el CD

Cómo: con cerveza negra bien fría