La cosa es así: allá por la mitad de la década de los noventa, Pappo había sacado este disco en vivo y unos meses después el derrotero histórico del destino lo llevó a romper su voiture en medio de la Ruta 5 a unos 400 Km. de su casa de La Paternal. La historia cuenta que el quedarse a pié en medio de la ruta hizo que alguien, con la buena onda de los que nacen y viven por esos pagos, lo levantara y lo llevara hasta su pueblito, el más cercano de donde Pappo había quedado varado, para que le solucionen el problema y poder continuar la marcha rutera. Ese pueblito -de menos de 4000 habitantes por esa época- tenía un único boliche bailable y quien socorrió a Pappo era el dueño del mismo. Pappo le prometió que en unos meses volvía y tocaba gratis en su boliche en recompensa por el favor. Otro detalle del destino es que ese pequeño pueblito depende administrativamente de otro pueblo -de unos 20.000 habitantes por esa época- que es la cabecera de partido y que, casualmente, es el pueblo en el que este bloguero servidor nació y vivió hasta que empezó a intentar madurar.
Volvemos a Pappo. La promesa empezó a cumplirse cuando el músico llamó telefónicamente al bolichero salvador y le dijo que tenía un fin de semana que había agendado para ir a tocar a su boliche, pero como todo iba a ser una movida gratis, no pensaba llevar a su banda. Solamente viajaría él y su guitarra Flying V. Es decir, le debe haber dicho con su voz gruesa, “conseguime una banda”.
Por esa época, en el pueblo chico no había bandas y en el pueblo un poco menos chico, cabecera de partido, solamente había una banda de rock. Este humilde servidor tenía el placer y el orgullo de formar parte de esa banda. Por lo que recibimos en nuestro bunker (suena bien así, muy profesional, no?) la llamada del bolichero salvador para informarnos que habíamos sido seleccionados -por ser los únicos posibles participantes- para formar parte del evento. Y además preguntó si nos interesaba. Omito la respuesta dada.
En unos días nos comunicó directamente de manera telefónica con Pappo para arreglar la lista de temas. Darío, baterista de la banda, fue el encargado de la conversa y aquél le dijo algo así como “¿escucharon el último disco que saqué?” -que era Pappo sigue vivo- y agregó “ensayen todo eso, Blues Local y…” algunos temas sueltos que ahora no recuerdo cuáles fueron, entre los que estaban, sí recuerdo, Ruta 66 y Fiesta cervezal.
La banda con la que Pappo había grabado este disco estaba formada por Black, Yulie Ruth y el Pato Lucas (a mí me tocó ponerme en el lugar de este último, ay!). Pero esa noche ante unos 200 ó 300 fanáticos del pueblo y la zona, además de Pappo, subimos al escenario Darío, Juan, Quique, Murray, Santi y yo. La banda de Pappo por una noche.
Estaría casi seguro que la canción con la que arrancó ese show tan particular fue esta que acá abajo pueden escuchar, y que tiene una frase que es más pappista que el mismísimo Pappo: "que si nos ponemos todos de acuerdo, llegará la paz".
Hace 48 hs. se cumplieron 6 años de la ida de Norberto Napolitano. Pero, claro, Pappo sigue vivo.
Maridajes
Cuándo: cuando creas necesario
Dónde: en la ruta
Cómo: a mucha velocidad, a todo volumen, con cara de malo (pero no mucha)
Pappo -
Sí, sí. Recuerdo ese grato momento en ese grato pueblo. También tocó otra banda de rock del pueblo cabecera -de soporte-, después de que volviera la luz tras un corte de energía eléctrica que duró unas horas. El carpo arrancó tipo 3 a.m.; el boliche estaba lleno, pero más se llenó luego cuando cayeron al concierto los pueblerinos que estaban en un cumpleaños de 15 de una chica de aquellos pagos.
ResponderEliminarUna de las tantas historias míticas del carpo... Pappo not dead!
Uy, con estos datos que agregás, me estás diciendo dos cosas: 1) que no me acuerdo un carajo y eso puede tener múltiples explicaciones que no vienen al caso y 2) que la frase "solamente había una banda" es pura falacia.
ResponderEliminarIgual, lectores, a pesar de esto, creanme, no los voy a defraudar