Odessey and oracle

Si existía en aquel momento algo real era que FR se había muerto. Dejaba, eso sí, una estela de leyenda. Aquel bajista que se atrevió a fines de los años 60 y principios de los 70 integrar un grupo de música beat en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires. Otra cosa muy real en ese entonces era la pila de vinilos que la viuda de FR nos obsequió, no sin cierto alivio y gentilmente a nosotros, "La Joven Guardia" (como le gustaba llamarnos) de músicos de rock del pueblo. Decidimos guardarlos todos en la casa de G que tenía un lavadero separado de su casa y en el cual habíamos montado un cuartel general que hacía las veces de sala de ensayo, aguantadero y escenario de nuestras primeras estocadas en el amor. Mas real todavía era que aquel habitáculo -repleto de estantes con herramientas oxidadas, cajas de cartón de misterioso contenido y latas con pintura seca- tenía un Wincofón con parlante incluido (de esos símil valijita). Y fue allí donde fuimos escuchando con paciencia de samurai uno tras otro aquellos discos. La elección de aquellas escuchas no era al azar. Las bandas favoritas al principio y para el final, aquellas que no conocíamos.

En este último grupo se encontraba este disco: Odessey & Oracle de The Zombies. Data de 1967. Fue grabado en parte en Abbey Road en la misma consola en la que se grabó Sgt. Pepper. Canciones pop de extraña hermosura, construcciones armónicas y voces que nada tienen que envidiarle a los mismísimos 4 de Liverpool.

En The Zombies cantan todos, es decir, "tocan" con las voces. Un dato curioso es que, en su momento, este disco no fue presentado en vivo ya que la banda se disolvió antes de que saliera publicado. A medida que pasan las canciones (que se tornan adictivas, créanme...) se puede intuir el pulso de momento único que fluye a través de todo el trabajo.

La anécdota cierra con otro dato desgarrador: yo no tengo este vinilo en mi poder. G dice que él tampoco, lo cual, a mi entender, es una vil falacia. La desaparición de este disco hace que, cuando sale el tema de conversación, nos miremos de otra manera, midiéndonos con recelo, pero, bueno, eso ahora no importa.

El tema que escuchamos es el que abre el disco, Care Of Cell 44, que en algún momento versionara el amigo Elliott Smith de manera casera...

Bon appétit!

Maridajes

Cuándo: Día de fina llovizna

Dónde: en un descapotable, preferentemente

Cómo: en sana compañía

Stanley Rosso, exclusivo para CTC

The Zombies - Care Of Cell 44