Pet Sounds

Brian Wilson es un tipo con problemitas. Mientras sus hermanos y restantes compañeros de Beach Boys surfeaban las olas californianas, él surfeaba excesos. Nada que cualquier otro ser humano no pudiese atesorar. A mediados de los 60 tenía algunos problemas con alcohol, LSD, algo de cocaína y algunas pastillas. También era el propietario de algunos desvaríos psicológicos, sordo de un oído, tendencia a la gordura (sí, esta es una hipótesis mía) y problemas de personalidad. Nada muy extraño.

El tema es que [mito 1] después de escuchar el disco Rubber Soul de The Beatles lo invadieron la emoción y un poco de -sana, ma non troppo- envidia. Se propuso la tarea de componer un disco que se equiparase a ese escuchado.

Se encerró un largo tiempo a cocinar canciones, deconstruirlas, arreglarlas, y el resultado fue un disco que tituló Pet Sounds. La idea y la autoría, la invención y los arreglos, de todo el disco [mito 2] es obra de Brian Wilson, ninguno de los restantes Beach Boys participaron de la creación. Más aún, [mito 3] en varias instancias del disco se contrataron músicos sesionistas para poder interpretar partes instrumentales y arreglos -y capas sobre capas sobre capas- que había craneado Wilson, y que sus compañeros de banda no podían tocar.

Pet Sounds, grabado en mono [mito 4] debido a que esta forma sónica lucía mejor frente a su sordera, es -a mi modesto entender- uno de los más grandiosos discos de la historia de la humanidad. Les juro que después de escuchar Pet Sounds no puedo dejar de glorificar todo lo que haya hecho y continúe haciendo Brian Wilson.

A pesar de no tener una muy buena recepción entre los críticos, ni tampoco ser un éxito en sus ventas, dicen que [mito 5] cuando Lennon y McCartney escucharon este disco cayeron de culo. Que God only knows los inspiró a componer Here, there and everywhere y que Sgt Pepper’s enterito se debe a ese momento mágico en el que conocieron la obra de Wilson. Una cadena de retroalimentación.

Luego de ese glorioso 1966, Brian Wilson, un poco maltratado por el desprecio contemporáneo, otro poco por los excesos, se encerró en un caparazón hermético y no salió más de allí. No tocó más con los Beach Boys y le diagnosticaron esquizofrenia y trastorno bipolar. 10 años después volvió a tocar en vivo con la banda pero sus consumos sumados a los consumos derivados de los tratamientos le tatuaron serios daños neurológicos en su humanidad. Hoy los tratamientos -mucho más leves, aunque constantes- le permiten una mediana socialización, incluyendo aún notables grabaciones y algunas actuaciones en vivo.

Maridajes

Cuándo: en todo momento

Dónde: donde este disco te encuentre

Cómo: en silencio, disfrutando de esta locura psicobeat

The Beach Boys - God only knows